🟥#Alerta #Loreto | LUCE JOYAS DE ORO MIENTRAS REQUENA SIGUE EN POBREZA EXTREMA🚨
Noé Caballero es actual alcalde de Requena, hermano del empresario constructor Lan Caballero, quienes, según fuentes confiables, estarían manejando todas las obras de la mencionada provincia. Un tira y jala, la autoridad licita, mientras que empresarios novatos ligados a su familia ganan las licitaciones no se sabe si es casualidad o bendición de Dios, pero, empresas recientemente creadas ejecutan obras en la ciudad conocida como Atenas del Ucayali, esta situación la conoce Contraloría y el Ministerio Público, sin embargo, no actúan investigando esta aparente colusión y presunto favorecimiento a hechos de corrupción.
Hipocresía, morir de sed habiendo tanta agua, dice la canción. Quiere decir que en Requena sí hay obras, pero no hay trabajo, no hay movimiento económico. Solo unos cuantos se enriquecen, solo unos cuantos son parte «del saqueo a la Municipalidad», palabras textuales del mismo alcalde Noé Caballero.
De hoy a esta parte se ve que los alcaldes han cambiado su estilo de vida, por ejemplo este sujeto, pasó de ser almacenero en la empresa de su hermano, a ser alcalde de un distrito pequeño, y luego la provincia, invirtiendo millones de soles, dinero que solo Dios sabe de dónde sacaron. Lo que resulta más preocupante es el nivel de vanidad, egocentrismo y avaricia en este alcalde, quien luce cadenas y anillos de oro, valorizado en miles de soles para disque adornar su diminuta mano, todo esto, en una provincia donde el 80% de la población vive en pobreza extrema, y sobretodo se aqueja de falta de oportunidades, es decir hay inversión del Gobierno Regional de Loreto, pero no se ve movimiento económico para los que viven allí, muchos foráneos que cada fin de mes cobran y se van a gastar su dinero a otros lugares.
Noé Caballero, se cree poderoso, amenaza a los periodistas que tocan su nombre y hasta los menta la madre, todo un matón. ¿Quién le dijo que ser alcalde es para toda la vida? – 3 años le falta para ser un simple mortal y poner en prenda sus joyas de las que se jacta, mientras su pueblo pasa hambre.
